miércoles, 27 de febrero de 2013

¿El libro como lo conocemos dejará de existir?.

Un ejemplo lógico de lo que puede pasar con el libro es lo que ya "oimos" con la música. Primero fue el cambio de los discos de acetato a discos CD o discos digitales que ahora podemos simplemente "bajar" de tiendas como itunes en formatos mp3.
Es cierto que el soporte era hermoso, las portadas, los booklets, el arte de la impresión sobre el CD. Lo mismo esta pasando con los libros cuyas ediciones u arte siempre se añoran y se valoran cada vez más como objetos de colección.

La actual sociedad de la información y el conocimiento nos empuja a tener la información en forma expedita de tal forma que los libros en formato digital se adaptan perfectamente a los nuevos requerimentos sociales. Ya sea que el libro sea tratado como literatura o bien como objeto educativo.

En este aspecto al disponer de la información desde cualquier lugar, en bibliotecas virtuales por decir algo, favorece su disponibilidad y democratiza la educación. El poder disolver la información en cápsulas, en fragmentos que pueden estar distribuidos en cualquier lugar del mundo, nos permite ser
creativos e inovadores al construir nuevos mensajes formados por los objetos fragmentados en posibilidades infitas de combinaciones, el límite es la imaginación.

Nuestro deber es entonces saber y enseñar a los demás como acceder, como encontrar la información significativa que necesitamos. La oralidad de la digitalización cobra gran importancia si las redes sociales se convierten en el medio a través de los cuales acceder a objetos educativos.
El soporte será factor determinante para acelerar esta práctica. Teniendo las tablets y gadgets como los eGlass que faciliten la lectura de libros digitales por su ergonomía , practicidad y cada día menor precio, sin duda nos acercan cada vez más ¡al fin del libro de papel!

No hay comentarios:

Publicar un comentario